jueves, 31 de mayo de 2012

A un visitante que a sí mismo se definía como "buscador de la Verdad" le dijo el Maestro: "Si lo que buscas es la Verdad, hay algo que es preciso que tengas por encima de todo".

"Ya lo sé: una irresistible pasión por ella".

"No. Una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado".
Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse:

"Los que saben no hablan;

los que hablan no saben".
...
Cuando el Maestro entró donde ellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras.

El maestro les dijo: "¿Quién de vosotros conoce la fragancia de una rosa?":

Todos la conocían.

Entonces les dijo: "Expresadlo con palabras".

Y todos guardaron silencio.
Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte.

El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una solo respuesta.

Cuando, más tarde, los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replicó: "¿No habeis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida q...ue dure eternamente?".

"Pero ¿hay vida despues de la muerte o no la hay?", insistió un discípulo.

"¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión!", replico enigmáticamente el Maestro.