jueves, 31 de mayo de 2012

La Felicidad

"Necesito desesperadamente que alguien me ayude... o voy a volverme loco. Vivo en una pequeña habitación con mi mujer, mis hijos y mis parientes, de manera que tenemos los nervios a punto de estallar y no dejamos de gritarnos y de increparnos los unos a los otros. Aquello es un verdadero infierno..."
"¿Me prometes que harás lo que yo te ordene?", le dijo el maestro con toda seriedad.
"¡Te juro que lo haré!":
"Perfectamente. ¿Cuantos animales tienes?".
"Una vaca, una cabra, seis gallinas..... y alguno más".
"Mételos a todos en una habitación y vuelve dentro de una semana".
El discípulo quedo horrorizado, pero ¡había prometido obedecer...! De modo que lo hizo y regreso al cabo de una semana quejándose desconsoladamente: "¡Vengo hecho un manojo de nervios! ¿que suciedad, qué peste, qué ruido...! ¡Estamos todos a punto de volvernos locos!"
"Mete ahora el perro y el caballo y vuelve dentro de una semana"
Ya no podía más.... era insoportable.
"Vuelve otra vez", dijo el Maestro, "y saca a todos los animales fuera".
El hombre se marcho a su casa corriendo y regresó al día siguiente radiante de alegría: "Qué felicidad! Han salido todos los animales y aquello es ahora el paraíso. ¡Qué tranquilidad, qué limpieza, qué amplitud...!".

El rey sabio


Había una vez un rey sabio y poderoso que gobernaba en la remota ciudad de Wirani. Y era temido por su poder y amado por su sabiduría.
En el corazón de aquella ciudad había un pozo cuya agua era fresca y cristalina, y de ella bebían todos los habitantes, incluso el rey y sus cortesanos, porque en Wirani no había otro pozo.
Una noche, mientras todos dormían, una bruja entro en la ciudad y derramó siete gotas de un extraño líquido en el pozo, y dijo:
-De ahora en adelante, todo el que beba de esta agua se volverá loco.
A la mañana siguiente, salvo el rey y su gran chambelán, todos los habitantes bebieron el agua del pozo v enloquecieron, tal como 1o había predicho la bruja.
Y durante aquel día, todas las gentes no hacían sino susurrar el uno al otro en las calles estrechas y en las plazas públicas:
-El rey está loco. Nuestro rey y su gran chambelán han perdido la razón. Naturalmente, no podemos ser gobernados por un rey loco. Es preciso destronarlo.
Aquella noche, el rey ordeno que le llevasen un vaso de oro con agua del pozo. Y cuando se lo trajeron, bebió copiosamente y dio de beber a su gran chambelán.
Y hubo gran regocijo en aquella remota ciudad de Wirani. porque el rey su gran chambelán habían recobrado la razón.
Gibran Khalil
Cuando se le preguntaba por su Iluminación, el Maestro siempre se mostraba reservado, aunque los discípulos intentaban por todos los medios hacerle hablar.
Todo lo que sabían al respecto era lo que en cierta ocasión dijo el Maestro a su hijo más joven, el cual quería saber cómo se había sentido su padre cuando obtuvo la Iluminación. La respuesta fue: "Como un imbécil".
Cuando el muchacho quiso saber por qué, el Maestro le respondió: "Bueno, verás..., fue algo así como hacer grandes esfuerzos por penetrar en una casa escalando un muro y rompiendo una ventana... y darse cuenta después de que estaba abierta la puerta".
A un visitante que a sí mismo se definía como "buscador de la Verdad" le dijo el Maestro: "Si lo que buscas es la Verdad, hay algo que es preciso que tengas por encima de todo".

"Ya lo sé: una irresistible pasión por ella".

"No. Una incesante disposición a reconocer que puedes estar equivocado".
Los discípulos estaban enzarzados en una discusión sobre la sentencia de Lao Tse:

"Los que saben no hablan;

los que hablan no saben".
...
Cuando el Maestro entró donde ellos estaban, le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras.

El maestro les dijo: "¿Quién de vosotros conoce la fragancia de una rosa?":

Todos la conocían.

Entonces les dijo: "Expresadlo con palabras".

Y todos guardaron silencio.
Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte.

El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una solo respuesta.

Cuando, más tarde, los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replicó: "¿No habeis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida q...ue dure eternamente?".

"Pero ¿hay vida despues de la muerte o no la hay?", insistió un discípulo.

"¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión!", replico enigmáticamente el Maestro.